Una boda siempre está llena de nervios, sentimientos, ilusión… Y gracias a las fotografías que se hacen de ese día podréis tener un recuerdo para toda la vida.
Fotografía de boda en Madrid
Yo siempre digo que cada boda es única. Es un día mágico e inolvidable que nunca se va a repetir. Y por eso es muy importante elegir bien al fotógrafo. Elegir un fotógrafo con el que estéis cómodos el día de vuestra boda, es tan importante como elegir un vestido o traje con el que os sintáis más guapos que nunca.
Me encanta ser fotógrafa de bodas porque es un día dónde se respiran sentimientos por todos lados. La gente está feliz, ilusionada y con ganas de disfrutar el momento. Me gusta captar las sonrisas, las emociones, los abrazos… Todos esos instantes que la hacen diferente y especial.
Pero no todo es bonito, también existe esa presión de «no hay segundas oportunidades» hay que hacerlo bien y no se puede fallar. Cada boda es un nuevo reto. Pero incluso eso, también me gusta.
Fotos de bodas en Madrid
El post de hoy se lo quiero dedicar al reportaje fotográfico de boda de Cris y Miguel. La historia de Cris y Miguel empezó cuando el hermano de Cris me llamó porque su hermana se casaba. Ellos no querían grandes cosas, era una boda sencilla y muy cercana y no se habían planteado tener fotógrafo. Así que iba a ser una sorpresa. La idea es que yo apareciese en el momento de la ceremonia para inmortalizar todo lo que allí se iba a vivir. Pero al final, cambiaron de opinión, cogerían un fotógrafo de bodas. Así que su hermano les tuvo que contar la sorpresa.
La boda tuvo lugar el 17 de Marzo en Torrelodones. Yo salí con bastante tiempo de antelación de casa y durante todo el camino estuvo nevando. Pero por suerte a partir de las 12 aproximadamente, salió el sol y no nevó más.
En los momentos previos ya se sentía la emoción y alegría tanto de los novios como de los invitados. Iba a ser un día muy especial para todos.
Y por fin llegó el momento de la ceremonia. Todo estaba pensado para que la boda tuviese lugar fuera, pero al final se cambió por el imprevisto de la nieve. Aunque como os he comentado antes, un poco antes de la boda el tiempo cambió.
Yo soy una amante de las bodas en exterior, la luz, el entorno, todo me parece «más fotogénico». Pero eso no fue un inconveniente para Cris y Miguel. Aunque la ceremonia se hiciese en el interior fue una boda super bonita y emotiva. La oficiaron el hermano y una amiga de la novia. Y desde el principio hubo tanto lágrimas como sonrisas a partes iguales.
Fue un día inolvidable, sin duda. Y Cris y Miguel unos novios de excepción, a los que seguro que les irá muy bien.
Pero no quiero acabar este post sin dejarle un mensaje a ellos: ¡Enhorabuena, chicos! Por esa boda tan bonita y acogedora que tuvisteis. Os deseo lo mejor en esta nueva etapa de vuestra vida. Y muchísimas gracias por haberme dado la oportunidad de vivirlo con vosotros.